- Mejorar la comunicación
- Identificar y abordar problemas
- Desarrollar habilidades de afrontamiento
- Reconstruir la confianza
- Aprender a perdonar
- Tomar mejores decisiones sobre el futuro
La terapia no es una solución mágica, pero puede ser una herramienta poderosa para salvar una relación que está en dificultades.